No se trata de querer, de poder o de saber. Se trata de estar abiertos o cerrados, de que fluya o de que este obstruido. El cuerpo humano y la mente funcionan como una resistencia del espíritu y el alma. Para abrirse solo hace falta tomar conciencia de nosotros mismos, de lo que realmente somos, con nuestras máximas virtudes y nuestras bajezas más vergonzosas. La energía de la vida es como un río cuesta abajo, el ser humano es la represa que lo contiene. Para que fluya es necesario dejar de oponer resistencia y el río solito se encargará de derribar la represa.
Emiliano Nieto
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